MARTÍN GAMBAROTTA
De toda la poesía que descubrí en mi viaje, a principios de este
año, a Buenos Aires quería destacar la poesía de Martín Gambarotta, quien, a mi
modo de ver, y hasta donde alcanza mi conocimiento, me pareció, junto con
Osvaldo Lamborghini y algún que otro poeta, de lo más destacable que pude
conocer.
Decir que al leer a Gambarotta envidié cada uno de sus
poemas, o tal vez la forma de esos poemas, o puede que su diseño, o quizás su
fuerza, o quizás la inteligencia con la que están construidos sus versos, seguro
que todo ello. Gambarotta es un poeta diestro y ágil, una especie de cirujano,
o más bien un forense de la palabra, un alquimista. En cualquier caso no importa,
la poesía de Gambarotta es uno de los motivos por los que amo tanto la poesía y
su vez la celebración de la misma.
Un racimo de bananas
jóvenes en la canasta
Casi rectas:
la cáscara amarilla
verde y sin lunares.
Cuando se acabe la fruta, la merluza
los ajíes, el té amargo, nos vamos de acá.
A cualquier lado. A las plantaciones.
A un lugar donde no existan tenedores.
*
Si ponés el pan en la canasta
junto a las bananas
después el pan
tiene gusto
a banana
pero se me hizo
tan tarde
te digo que no sé.
*
Marzo, un mes
ni más ni menos
salado que otro.
*
no podía parar de quedarme quieto.
*
No es lo que quiero
decir es casi lo que
quiero decir es
lo que está al costado
de lo que quiero decir.
*
El tiempo que tarda en secarse
una mancha en la sábana.
Es ese tiempo.
*
Qué raro que
qué raro que quieras
lo que no hay.
*
Si ahora lo tuviera delante de mí
al chino que se hace llamar Pacino
y me retara a duelo cediéndome
el derecho a elegir las armas
le adría tres opciones:
Vodka. Pineral. Tequila.
Después lo dejaría ganar.
*
La tricotomía que distorsiona la visión.
*
Una toma
de total
extranjería
ninguna
casa era
la mía.
*
Conocer bien la
especie de pájaro
antes de nombrarlo
es la única forma
honesta de nombrar
lo
por eso cuando vio
lo que le parecían
cuatro loros
salvajes en vuelo
rasante entre las palmeras
magras de una plaza
al unísono: cuatro caza
bombarderos verdes
en miniatura
zigzagueando
como para escribir juntos
Tel Aviv en el aire
no pudo
masticar bien
la experiencia.
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